'La Roja'

Disfrutando, como disfrutamos los españoles, de una situación política y económica tan desahogada, tan halagüeña, tan de despreocuparse, resulta de todo punto comprensible que nos ceguemos ahora, apenas durante un mes, con la selección española de fútbol. ‘La Roja’, conocida anteriormente de forma vacua como España, debuta este lunes en la Eurocopa 2016 y el país está que arde, repleto de personas cuya vida prácticamente se debate en el césped francés hasta el 10 de julio, o antes.

Miles de expertos de perfil ‘cuñado’ se rebullen en las redacciones periodísticas, los bares, el twitter y otros templos de la sabiduría popular sembrando de pesimismo lo que debiera ser un disfrute orgulloso. Si el ‘mineralismo’ estaba a punto de llegar cuando se hizo pública la lista de convocados, la derrota en el último amistoso disputado esta misma semana frente a la débil Georgia ha traído de súbito el apocalipsis.

“¡Veremos a ver España!” seguramente será la frase más pronunciada desde el pasado martes en territorio español, donde los atavismos arraigan que es una cosa mala. Por lo visto cuando había que ser optimistas era cuando ganábamos todos los amistosos previos e íbamos con Górriz y Satrústegui a los torneos internacionales. Eso sí que eran equipos que despertaban el optimismo, dónde va usted a parar…

En cualquier otro país del mundo, incluidas repúblicas bananeras como la nuestra, el personal estaría flipando con un equipo que sigue siendo la envidia del fútbol mundial desde hace casi diez años. Aquí no; aquí la emprendemos con el entrenador, criticamos todo lo criticable, ponemos en solfa cualquier expectativa y, ya luego, que acierto, “ya lo decía yo”; que no, “España, España, España”, “qué equipazo” y “ya lo decía yo” y tal.

Una selección que ha conquistado tres de los últimos cuatro trofeos importantes del fútbol mundial; que se ganó su plaza en esta cita francesa siendo primera de su grupo con 9 victorias y 1 derrota en 10 partidos; que ha revolucionado este deporte en una dimensión incluso superior a la de combinados históricos como Brasil, Holanda o Alemania; debiera haberse granjeado un mayor respeto, especialmente entre los suyos. Lo que pasa es que éstos son muy suyos.

Y no es el respeto que se hayan ganado estos futbolistas: es que son muy buenos. ¿O me tengo yo que acongojar por ir a la Eurocopa de Francia con Iniesta, Silva, Sergio Ramos, Piqué, De Gea..? Respecto al entrenador, se habrá equivocado o no en la lista, mandará o no en el vestuario y tendrá o no carácter, pero se da la circunstancia de que el hombre ha ganado ya un Mundial y una Eurocopa (aparte de títulos de clubes) y es quien recogió el testigo del auténtico hacedor (que en gloria esté) de toda esta movida de ‘La Roja’.

Desde luego, si, en contra de los agoreros, hacen otra vez un gran papel, espero que Don Vicente se limite a retirarse y no le dé por sacarse el miembro ante sus ‘haters’. Porque, ay amigos, si eso ocurriera, la leyenda cuenta que habrá para todos…

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