Fichen a la afición del Huesca

Me parece a mí que ya lo he dicho antes, pero lo repito: para hablar como habla Setién hay que estar más preparadito, ser más inteligente. Y por momentos, demasiadas veces, pienso que este entrenador es tremendamente torpe. Ataca a la esencia del beticismo demasiadas veces, pide una incondicionalidad al bético no necesaria, porque el bético siempre está con el Betis, otra cosa es que no esté siempre con su persona, porque criticarle, en determinadas decisiones, no es querer hundir al Betis. La ocurrencia de hoy es, poco más o menos, que la afición del Huesca ganó el partido del otro día. Y puede ser que ayudara, para eso está. Pero añadió que se podía imaginar cómo sería algo así en un campo con más de 50.000 espectadores. No hace falta que se lo imagine, en el campo del Betis pasa eso muchas veces. No es ombliguismo filosevillano, que también, es que la grada del Betis es una de las más influyentes (para bien) del fútbol mundial. Es más, aunque no lo fuera, alabar a la del Huesca dejando en el aire el contraste con la propia es tremendo, es de una torpeza terrible. En esto, cero para Setién, me parece. Imaginen, hasta los setienistas, que eso lo dijera, por ejemplo, un periodista de esos tan odiados por los odiadores profesionales. ¿Sería bien recibido? Lo dicho, este señor Setién tiene muy pocas herramientas sociales, no entiende bastantes cosas y con sus declaraciones, con algunas de sus reflexiones, logra precisamente lo que querría evitar: la división y el frentismo. Si sigue en esta línea habrá dos tipos de béticos: los que critiquen a Setién y los que critiquen a los críticos, pero nadie, o casi nadie, será de este verso suelto que se cree mucho más de lo que es. Lo mismo debería entrenar al Huesca y disfrutar de ese gran campo en el que se meten goles desde la grada. Un club donde descender no esté mal visto. Donde jugar ya sea una fiesta. Donde ganar no sea relevante. La otra posible solución es fichar a la afición del Huesca. Qué barbaridades hay que escuchar.

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