No he hablado, todavía, con el señor Andrés Blázquez Ceballos, de Sevillistas Unidos 2020. Pero ya sé que no dice la verdad, y lo hace cuando ni procede ni soluciona nada. Sé que no es sevillista de los de siempre, ni siquiera sé si es de los de ahora, y no es que eso sea lo único importante, pero es la otra razón por la que alguien se gasta dinero en el Sevilla. En realidad, es la única razón por la que muchos se gastan el dinero en algo tan especial, aunque sé que otros tienen un motivo distinto. De momento no juzgo la otra razón, que es la misma pero de dos formas: la de figurar y/o la de arriesgar para ganar o perder una pasta. Porque el Sevilla vale mucho o muy poco, depende de muchas variables que no domina ningún fondo de inversión ni ningún despacho de abogados acostumbrado a los grandes negocios. No he hablado con él, pero sí he leído la entrevista de mi compañero y amigo Roberto Arrocha. Y sé lo que dice de algunas cosas. Y pese a que ando en la paz de la sierra, pese a que caliento la chimenea para hacer el primer guiso del año, pese a que intuyo que no me conviene, que quizá sea precipitado sin hablar antes con él, al final me he decidido a decirle que no me creo su discurso cuando asegura que la empresa a la que representa no viene a especular, que insisto que de momento no juzgo ni como bueno ni como malo ni como regular. Y le digo que dice una mentira muy gorda porque ese 5.8% de acciones que ahora representa se lo pueden comprar sevillistas que yo sí conozco a unos ocho millones de euros, un porcentaje de más sobre el precio a las que se han comprado. No es ni malo, sólo que eso se llama especular. Pero digo más, el señor Andrés Blázquez Ceballos, que debe ser el más lanzado de ese grupo que concentra sobretodo a unos cuantos abogados del despacho Uría Menéndez, dice en esa entrevista que él ha participado en varios proyectos y que el Sevilla pues es uno más en el que puede aportar sus conocimientos. Puede ser, como no lo conozco no lo sé, pero sí sé que se trata de un señor que se dedica a la intermediación, por tanto a la especulación, porque no tiene más cargo que el de Sevillistas Unidos (el nombre me molesta, eso sí), y otro en una sociedad que responde al nombre de Providence Group Spain SL, que se dedica a la prestacion de servicios de intermediacion, asistencia y asesoramiento, consultoría para personas físicas o empresas, en materia legal, económica, fiscal contable, administrativa de comercio nacional e internacional, en inversiones de capital mobiliario e inmobiliario. Andrés Blázquez Ceballos no se ha quedado en ninguna de esas empresas a las que ha ayudado, ha estado en medio de un proceso que normalmente ha terminado en compra y venta, así que su aportación, más allá de ese cometido, lo mismo no es demasiado útil, pero eso no lo sé, así que le concedo el beneficio de la duda.
Por lo que sí he hablado con otras personas, que no son Andrés Blázquez Ceballos, este señor representa a un grupo que ha visto una cuña adecuada (la guerra entre Del Nido y el Grupo de Utrera) para acelerar un proceso en el que más tarde o más temprano iba a participar un caramelo como es el Sevilla FC. Me temo que el señor Blázquez Ceballos es el más osado, intrépido, el que piensa que tiene la espalda ancha para soportar los envites que vengan y los conocimientos y tablas adecuadas para explicarle a los cuatro periodistas de provincias y a los miles de paletos minoritarios que andan soliviantados cómo es esto de la gran empresa. En mi humilde opinión debe prepararse la cosa un poco más. Seguro que va a poder convencernos de muchas cosas, pero no tome por tonto ni al que no se vaya a un estado de USA de aquella manera a hacer su papeleo ni sea asesor de grandes operaciones, porque lo mismo no son del todo estúpidos, puede que solo tengan una pasión que nubla a veces, pero que otras despeja la mente como el cielo de la primera mañana de enero en mitad de la sierra de Huelva.
LSSI | | | Política de Cookies |